En estos tiempos extraños, en los que el derecho a la propiedad privada parece estar en entredicho, es frecuente que los que tienen poco o nada que perder traten de aprovecharse de un marco legal ventajoso para dedicarse a asaltar las viviendas ajenas con una impunidad rayana en lo insultante (como expone con su claridad habitual D. Arturo Pérez-Reverte AQUÍ y AQUÍ). Dado que el Código Penal no permite la defensa activa de nuestros bienes no nos queda otra posibilidad que la de invertir en medios pasivos de defensa, como son puertas acorazadas y cilindros de seguridad. En el presente estudio se analizarán estos medios, a fin de orientar a la distinguida concurrencia en la elección de las medidas a adoptar para la mejor defensa de sus domicilios.
PERFILES CRIMINALES, TÉCNICAS DE ATAQUE Y ANÁLISIS DE RIESGO
En general suele haber tres tipos de perfiles de asaltante de viviendas, y curiosamente cuanto mayor es su preparación menor daño suelen causar:
1) Bandas profesionales: Sus componentes suelen tener conocimientos avanzados de cerrajería y algunos incluso cierta formación militar, obtenida en sus países de origen. Se dedican a asaltar viviendas con expectativas muy altas de botín, por ejemplo chalets en urbanizaciones deluxe, empleando herramientas profesionales con las que es cuestión de tiempo que echen abajo cualquier puerta, por muy buena que sea (TODAS y digo TODAS las puertas se pueden abrir si se les dedica el tiempo suficiente, especialmente si no importa hacer demasiado ruido, como suele ocurrir en el caso de chalets aislados). Contra este perfil hay poco que hacer, lo mejor es tener una puerta realmente buena conectada a una central de alarmas, de modo que tarden por lo menos 20 minutos en abrirla y contar con que en ese plazo pueda llegar la Benemérita.
2) Saqueadores oportunistas: Son delincuentes comunes que se meten en un portal cualquiera y van chequeando puertas para ver cuales son más fáciles de abrir en poco tiempo (cerraduras de gorjas, cilindros antiguos susceptibles al bumping o sin escudo, puertas viejas de madera que se abren de una coz, etcétera). Luego vuelven a horas intempestivas y van abriendo las que parece que no tienen a nadie dentro, revuelven todo en 5 minutos y se llevan joyas, dinero en metálico y cualquier objeto valioso y fácil de transportar. A estos, que se hacen un portal en 40 minutos, se les para con una puerta de gama media, con un cilindro antibumping y un escudo decente. Si te entran te dejan la casa patas arriba, pero el valor de lo que se llevan no suele superar los 1000 €.
3) Okupas: Son los que más daños provocan pero, al carecer normalmente de cualquier preparación técnica que les facilite el abrir las cerraduras, suelen verse limitados a atacar puertas con estructura de madera empleando métodos muy rudimentarios (mazas, palancas, etcétera), por lo que con una puerta acorazada cualquiera, la más barata que haya, ya se les hace desistir. El problema es que como consigan entrar se apropian de la vivienda y para cuando recupere su uso no van a quedar ni los azulejos porque el procedimiento judicial suele llevar un par de años. Conste que las nuevas empresas de "desokupación", cuyos benditos empleados (gentilhombres todos de la más alta alcurnia) usan métodos bastante más expeditivos que los judiciales, suelen tardar apenas un par de días en recuperar una vivienda okupada.
Las técnicas empleadas por los delincuentes para forzar cerraduras son las propias de la profesión de cerrajero, que carece de una titulación oficial específica, por lo que para aprenderlas se puede acudir a la amplia oferta existente en internet y que suele consistir en cursos intensivos de dos o tres días desarrollados durante un fin de semana con un precio por alumno de unos 400 €. Cualquiera puede acceder a estos cursos y aprender a abrir puertas como un cerrajero profesional, si bien cabe señalar que algunos de estos formadores exigen para matricularse en sus cursos la presentación de un certificado que acredite la no existencia de antecedentes penales.
Es muy importante ser consciente de que, como decía antes, no existe puerta alguna cuya apertura sea imposible. De lo que se trata al mejorar la seguridad o instalar una puerta acorazada es sobre todo de desincentivar el que esta sea atacada por ser evidente que para abrirla se requerirá de pasar mucho tiempo haciendo mucho ruido, de modo que el atacante prefiera actuar sobre otro objetivo más asequible. A continuación podemos ver un vídeo, elaborado por el fabricante de artículos de cerrajería TESA Assa Abloy, que recopila las tres técnicas más extendidas para el forzamiento de un cilindro: bumping, efracción (o rotura por atenazamiento) y taladrado.
Respecto del ganzuado, existen grupos de entusiastas que, sin ánimo delictivo alguno y por el mero placer de superar el desafío, se dedican a retarse entre ellos para tratar de ganzuar los mejores cilindros del mercado en el menor tiempo posible, subiendo a Youtube los vídeos de sus hazañas (causando desazón a los fabricantes y creando una gran inquietud entre los poseedores del modelo de cilindro violentado), en lo que denominan "ganzuado deportivo". Es cierto que contando con tiempo suficiente, un lugar de trabajo tranquilo, conociendo de antemano el modelo de cilindro a ganzuar y, muy especialmente, teniendo delante la llave (que sirve de croquis para atacar el cilindro), para este tipo de personas tan hábiles (que serán cincuenta en todo el mundo) es posible el ganzuado de la mayoría o quizá incluso de todos los cilindros del mercado. Sin embargo y afortunadamente, ni siquiera un campeón olímpico de esta disciplina podría abrir un cilindro de alta gama sin saber de antemano de qué modelo se trata ni tener tiempo para estudiar la llave detenidamente (y mucho menos operando a través de un escudo, de rodillas en el suelo de un portal y temiendo la llegada de la policía en cualquier momento). Sobra decir que el común de los cacos ni se plantea el intentar ganzuar un cilindro de alta gama.
Otra técnica muy en boga últimamente es el impresionado o "impresioning", que consiste básicamente en introducir en el cilindro una llave maestra recubierta con una lámina de papel de aluminio maleable que, al aplicar presión girándola hacia un lado y el contrario alternativamente, va moldeándose hasta coger la forma de la llave original, permitiendo a los cacos abrir la puerta en dos minutos y sin dañarla ni hacer ruido. Esta técnica ha evolucionado recientemente con la invención de una nueva herramienta denominada "topolino", que facilita enormemente el impresionado y supone un grave riesgo. Los fabricantes suelen emplear elementos móviles en las llaves o disponer de pitones especiales en el rotor para hacer sus cilindros inviolables mediante este método.
En los últimos años y dada la mejora en la calidad de los cilindros se está recuperando la técnica de apalancamiento, que bien realizada permite abrir una puerta, salvo que se trate de una puerta acorazada, en diez minutos y haciendo relativamente poco ruido. Es evidente que los ladrones siempre atacarán el punto más débil de la puerta: si es una puerta de madera o blindada la apalancarán con muchas posibilidades de éxito (aunque tenga el mejor escudo y cilindro del mercado) y si es acorazada tratarán de doblegarla a través de su cilindro mediante las técnicas indicadas anteriormente.
A la hora de valorar el riesgo de sufrir un ataque, es importante observar los siguientes detalles:
- Expectativa de botín que la imagen exterior de la vivienda y el barrio generen.
- Aislamiento de la zona: No es lo mismo atacar la puerta de un ático en un bloque de tres pisos con un sólo vecino por planta que hacer lo mismo en la planta baja de un bloque de quince pisos con seis vecinos por planta. Evidentemente, en el caso de chalets aislados o bloques de viviendas vacacionales en temporada baja el riesgo se multiplica.
- Calidad de la puerta y grado de dificultad que su apertura presente: Este dato ha de ser tenido en cuenta en contraste con el resto de puertas de la escalera, porque a igualdad (teórica) de botín cualquier bandolero del tres al cuarto optará por abrir una puerta que en lugar de media ruidosa hora pueda abrir en diez silenciosos segundos, por eso es importante fijarse en el nivel general de seguridad del vecindario y tratar siempre de estar entre el tercio de los que tienen las mejores puertas.
Naturalmente, existen también otros factores de riesgo: si tiene más de 90 años, vive solo, se ha enemistado recientemente con el KGB y además sospecha que una avanzada civilización extraterrestre planea invadir la Tierra, sería muy recomendable que maximizase las medidas de seguridad de su vivienda.
PUERTAS ACORAZADAS: CERRADURAS, CILINDROS Y ESCUDOS
La diferencia entre las puertas blindadas y acorazadas es que en las primeras tanto cerco como hoja son de madera y apenas tienen una lámina metálica de refuerzo encolada sobre su hoja, mientras que en las segundas la propia estructura de la hoja es metálica, al igual que todo su cerco, lo que las hace extremadamente resistentes a la apertura por apalancamiento. Sin embargo, los elementos mecánicos de cierre son tan importantes como su propia robustez, ya que hoy en día no suelen emplearse arietes ni explosivos para este tipo de menesteres por haberse desarrollado y generalizado técnicas de apertura muy eficaces que, como se ha visto anteriormente, requieren de más maña que fuerza. En consecuencia, puertas acorazadas de nivel básico como las que se ofrecen en establecimientos tipo Leroy Merlín por apenas 700 € más instalación podrían ser una solución de seguridad aceptable siempre y cuando se sustituyan los cilindros que traigan de serie (que suelen ser de bajo perfil) por otros de alta gama. No obstante, si se desea el máximo nivel de seguridad, yo recomendaría un producto nacional de reconocido prestigio: las puertas acorazadas que fabrica artesanalmente Ruíz López en Guadalajara, de calidad inmejorable, con un robusto sistema patentado de cierre mediante doble guillotina y que incluyen cilindros de alta categoría (salen por unos 2300 € incluyendo instalación). Desconfíe de aquel fabricante que se conceda los certificados a sí mismo, se lo digo yo que soy el ganador de todas las ediciones del Premio Enaitz al español más guapo y aún así mi carrera como modelo no acaba de despegar.
En general no tiene mucho sentido el invertir más de 2500 € en una puerta acorazada, porque probablemente el fabricante va a justificar la diferencia de precio en que su bastidor será mucho más resistente que el estándar de acero con dos o tres omegas (por ejemplo dotándolo de un estructura interna con barras tipo celda penitenciaria). Dado que es poco probable que alguien trate de derribar una puerta acorazada embistiéndola con un carro de combate, cuando ya contemos con una puerta aceptablemente sólida deberíamos primar la calidad del escudo y del cilindro, pues son lo que van a atacar primero, y lo cierto es que todas las puertas de fabricantes serios que ronden o superen los 2500 € de precio van a montar los mismos o muy similares escudos y cilindros, por lo que de comprar una puerta más cara estaríamos pagando únicamente por mejorar la protección frente al tipo de ataque más improbable y con menos posibilidades de éxito. Además, realmente quien tiene los medios y sobre todo la firme determinación de abrir una puerta acorazada de gama media (montando un taller en la escalera y haciendo un ruido infernal durante media hora) también los tiene para, si ve que lo de la puerta se le pone cuesta arriba, hacerle un butrón en la pared, entrar por una ventana o, simplemente, recibirle en el portal con un revólver del .357 Magnum y pedirle amablemente que abra la maldita puerta.
El cierre de una puerta se compone de los siguientes elementos:
a) Escudo: La función del escudo es proteger al cilindro frente a ataques de fuerza bruta como el taladrado, evitando asimismo que sobresalga más de dos milímetros de la puerta para impedir su atenazamiento y efracción. Los mejores escudos son aquellos que cubren completamente el cilindro (además de protegerlo físicamente también dificultan el bumping al evitar la identificación del modelo de cilindro instalado) y que presentan además una forma troncocónica o abocardada, por lo que sólo pueden extraerse de la puerta desde el interior. Existen no obstante escudos de tipo abierto que dejan a la vista el extremo del cilindro y que, pese a que son bastante mejor que nada y su precio es una décima parte del de los escudos integrales, no son nada recomendables. Es absolutamente fundamental que una puerta acorazada disponga de un escudo de buena calidad, porque es la primera línea de defensa y de poco servirá tener un cilindro de alta calidad si no se cuenta con un buen escudo que lo proteja. Además, normalmente y a diferencia de lo que ocurre con los cilindros, un escudo de buena calidad normalmente no necesitará ser sustituido en toda la vida útil de la puerta ya que difícilmente se quedará obsoleto, por lo que siempre es conveniente adquirir el mejor disponible que tenga un precio razonable.
En condiciones normales, un escudo de buena calidad requiere de entre veinte minutos y media hora de trabajo intenso y ruidoso para ser superado, precisando además de una potente fuente de alimentación eléctrica (fácilmente obtenible en cualquier punto de luz de la escalera) y del empleo de herramientas de gran calidad cuyos elementos consumibles (brocas y discos radiales) requerirán de múltiples recambios en el proceso debido al desgaste extremo que sufrirán.
b) Cilindro: Conocido popularmente como bombillo o bombín, es el corazón del mecanismo, el punto donde se inserta la llave y que al girar su leva (la parte móvil que ocupa el centro del cilindro) acciona la cerradura; hay varios estándares que difieren en su forma pero en España el más usado con mucha diferencia es el de perfil europeo o "de pera". Pueden ser de embrague simple o doble, la diferencia estriba en que si en un cilindro de embrague simple se introduce una llave por un lado, por el otro ya no se puede abrir ni siquiera con otra llave igual (hay quien considera el embrague simple un extra de seguridad y quien lo considera un riesgo, porque puede ocurrir que se cierre la puerta desde fuera habiendo dejado una llave insertada desde el interior o incluso que el ocupante de la vivienda sufra algún percance y no se pueda entrar a ayudarle aún contando con una copia de la llave). El cilindro suele ser el talón de Aquiles de las puertas acorazadas porque dado el continuo avance de las técnicas de latrocinio es preciso renovarlo cada diez o quince años y la gente rara vez lo hace por tener la falsa sensación de seguridad que una puerta robusta crea, ignorando que la gran mayoría de cilindros de más de una década de antigüedad (o modernos de baja calidad) son susceptibles a técnicas de apertura fraudulenta que como el bumping permiten abrir una puerta en diez segundos y sin hacer el menor ruido o dañarla, con el problema añadido que supone acreditar el robo ante los peritos de las aseguradoras cuando no existen daños en la puerta.
Un cilindro moderno de buena calidad hace prácticamente imposible (en situaciones reales y al margen del "ganzuado deportivo") su apertura mediante técnicas no destructivas como el ganzuado, el impresionado o el bumping, pero mediante técnicas destructivas como el taladrado, para lo cual sería preciso haber acabado antes con el escudo, incluso un cilindro con certificación SKG*** (el máximo posible) es quebrantable en poco más de cinco minutos de ruidoso trabajo. De ahí la importancia de contar con un buen escudo y escoger el cilindro en base a su capacidad de defensa frente a ataques de habilidad no destructivos, viendo su resistencia física únicamente como un extra muy deseable.
c) Cerradura: Es el mecanismo que al girar la leva del cilindro hace salir los bulones que se encastran en el cerco de la puerta, haciendo de la hoja y el cerco una única estructura. Puede ser de varios tipos, siendo siempre deseable que cuente con múltiples bulones y que algunos de ellos estén ubicados en las partes superior e inferior de la hoja. Su característica más importante es la de si se trata de una cerradura de cilindro o de gorjas (también conocidas como de borjas o de paletas). Durante muchos años las cerraduras de gorjas fueron consideradas como las más seguras por la inaccesibilidad de su mecanismo, pero existe sin embargo una herramienta de ganzuado denominada "magic key" que permite la apertura de la práctica totalidad de cerraduras de gorjas en menos de 20 segundos de forma silenciosa y no destructiva, por lo que es fundamental evitar el uso de cerraduras de este tipo. Se ha desarrollado no obstante un nuevo sistema de gorjas, patentado por Dierre bajo la denominación "Lock Trap System", que es inmune a los ataques con magic key, pero este sistema no está suficientemente extendido y todavía quedan comercios que ofrecen como productos de alta seguridad puertas acorazadas dotadas de cerraduras de gorjas estándar, actuando de una manera totalmente negligente.
Existen algunos sistemas muy modernos de cerraduras cuya estructura es completamente diferente a la habitual y que carecen de cilindro. Estos sistemas, como por ejemplo la cerradura Mottura 3D Key, son muy recomendables aunque encarecen notablemente el precio final de la solución de seguridad elegida y hacen que cualquier futura modificación en la puerta deba de ser realizada por personal muy cualificado.
También existen cerraduras domóticas o electrónicas que emplean mandos a distancia e incluso pueden ser operadas remotamente a través de APPs. Yo no soy nada partidario de estos sistemas porque pueden verse afectados por un corte del suministro eléctrico y, especialmente, porque si las técnicas mecánicas de robo mejoran con los años las electrónicas mejoran con el paso de las horas, y sería muy inconveniente que dentro de unos años un quinceañero aficionado a la informática abriese la puerta de mi casa remotamente desde Sebastopol para impresionar a sus amigos.
SELECCIÓN E INSTALACIÓN DE UN CILINDRO
El cilindro es el componente cuya renovación es más sencilla ya que lo puede sustituir uno mismo con la única ayuda de un destornillador y, además, la gama de modelos de disponibles es amplísima y adaptable a cualquier presupuesto (aunque conviene desconfiar de aquellos de precio inferior a los 50 €). A la hora de seleccionar uno es importante valorar la calidad del escudo existente y el grado de riesgo al que esté expuesto su domicilio para elegir en consecuencia, optando siempre por uno que al menos ofrezca algún tipo de protección frente al ganzuado, el impresionado y el bumping y teniendo además en consideración que no tiene demasiado sentido invertir 200 € en adquirir un cilindro de gran calidad si va a ser instalado en una puerta de madera contrachapada sin escudo que puede ser abierta de un empujón. La práctica totalidad de cilindros se fabrican en latón y muchos llevan una capa externa de níquel por motivos puramente estéticos, por lo que la elección entre latón y níquel es intrascendente.
Es discutible la conveniencia de emplear aquellos cilindros que presenten complejos sistemas con piezas móviles, magnéticas o electrónicas en la llave y, en general, un exceso de sofisticación o incluso de elementos (como por ejemplo el Kaba Penta, con sus apabullantes 27 pitones distribuidos en cinco filas), porque a mayor complejidad mayor será la posibilidad de que acaben dando problemas con el paso del tiempo por desgaste de las piezas móviles o incluso por desmagnetización de la llave. Yo personalmente prefiero aquellos cilindros puramente mecánicos que, contando con plena protección frente a los ataques de habilidad, control de copias mediante tarjeta de propietario y unos mínimos frente al taladrado, carezcan de componentes magnéticos o electrónicos en la llave, pero disponiendo por otro lado de algún elemento novedoso (como por ejemplo el pin móvil de las llaves Keso, los discos en el espadín de Mauer, los pitones oblicuos al plano de Kaba o el lanzallamas preventivo de los Profesor Bacterio) que los saque del estándar y los proteja frente al impresionado (los elementos móviles en la llave son la principal defensa frente a esta técnica), obligando a quien quiera atacarlos a buscar una solución específica para ese modelo.
Yendo a marcas y modelos concretos, si se busca la mejor calidad y el gastarse entre 150 y 300 € no es problema, se pueden recomendar los modelos Dom Diamant (cuyo rotor usa discos en lugar de pitones), KESO 8000 Ω2 en sus versiones Ultra o Premium (que cuentan con las mejores protecciones contra ataques físicos) y Kaba Expert Plus en su versión Extreme Protection (probablemente el cilindro más difícil de ganzuar). Dentro de los cilindros de mayor calidad, pero a precios más asequibles, se pueden recomendar los modelos Mauer NW5 (cilindro muy equilibrado que, si bien no obtiene un 10 en nada, obtiene un 9 en todo), Lince C7W (fabricado en España y lanzado al mercado en 2021) y CISA AP4S (con la notable característica, común a casi todos los cilindros de esta marca, de disponer de un alma flexible que dificulta enormemente su rotura por atenazamiento y que, al ser visible desde el exterior, es recomendable para puertas sin escudo por su efecto disuasorio). Si se busca una buena relación calidad / precio probablemente la mejor opción sea el Lince C6W, que ofrece unas características excelentes por poco más de 50 €.
Prácticamente todos los cilindros son compatibles con cualquier escudo o cerradura, sin embargo, los productos de la marca Ezcurra suelen dar problemas por tres motivos:
- Los escudos Ezcurra tienen la entrada de llave algo más estrecha de lo habitual. Por tal motivo, si se dispone de un escudo Ezcurra y se desea instalar un cilindro de otra marca probablemente habrá que cambiar la entrada de llave del escudo (es una pieza negra conocida popularmente como "calavera" y que cuesta unos 5 €).
- Las cerraduras Ezcurra requieren de una leva particularmente fina, muchos cilindros de otras marcas no permitirán girar la llave o, si lo permiten, irán durísimos porque rozarán con el puente de la cerradura. Esto se soluciona fácilmente limando manualmente la leva del cilindro nuevo.
- Las cerraduras Ezcurra requieren que el tornillo que sujeta el cilindro sea unos dos centímetros más largo de lo habitual. Siempre se puede reutilizar el viejo tornillo, pero como lo pierda o sufra algún daño puede tener dificultades para encontrar otro del largo requerido.
Conste que hay cilindros y escudos modernos que, casualidad o no, son directamente compatibles con escudos y cerraduras Ezcurra, por ejemplo el cilindro Abus Bravus MX Pro y el escudo Lince SQDO, productos ambos muy recomendables y que puedo confirmar por experiencia propia que son perfectamente compatibles (aunque en el caso del escudo es muy posible que su instalación requiera de ampliar, usando un taladro y una sierra de corona de 50 milímetros, la abertura circular del lado exterior de la puerta).
Respecto a la polémica sobre la vulnerabilidad de los cilindros Ezcurra, en particular el modelo DS-15, hay que señalar que tal modelo no es de una calidad especialmente mala, precisamente su buena relación calidad / precio le hizo ser uno de los modelos más demandados durante muchos años (antes de la popularización del bumping), por lo que los cacos, sabedores de la gran cantidad de cilindros de este modelo instalados, se han especializado en abrirlo y hoy día en el equipo profesional de todo salteador de viviendas que se precie se encuentra siempre una llave específica para bumpear dicho cilindro, por lo que se podría decir que el Ezcurra DS-15 ha muerto de éxito. Recientemente Ezcurra ha revisado su modelo DS-15, dando lugar al modelo "DS-15 Antibumping" (cuesta unos 20 €), que no es que sea lo último en seguridad pero al menos cumple los mínimos más básicos, habiendo también lanzado al mercado modelos superiores como por ejemplo el K-30. En cualquier caso, si tiene instalado un cilindro Ezcurra DS-15 de los antiguos (lo puede saber porque en la llave se indica el modelo), le recomiendo vivamente que lo sustituya de inmediato aunque sea por una cortina de seda, ya que esta le va a ofrecer la misma seguridad pero con ella al menos mejorará la ventilación de su casa.
A la hora de sustituir un cilindro es preciso conocer si la cerradura requiere de leva larga o corta (fijándose en el cilindro antiguo) y cual es la medida del cilindro. Para ello no basta con medirlo longitudinalmente, ya que es corriente que los cilindros no sean simétricos y midan más por un lado que por otro, por lo que se debe de medir del centro de la leva a un extremo y al otro, expresando las medidas mediante dos cifras, por ejemplo 30/30 ó 35/40, debiendo asegurarse de que por la parte exterior no sobresalga más de dos milímetros de la puerta o el escudo y no dar por hecho que el cilindro viejo tenía la medida ideal. Para extraerlo de la cerradura se debe retirar un tornillo que estará en el canto de la puerta, a la altura del límite inferior del cilindro, con cuidado de no extraer el tornillo equivocado y desmontar por error la cerradura. Una vez extraído ese tornillo, hay que alinear la leva con el eje vertical del cilindro, para lo cual introduciremos la llave en el cilindro y lo giraremos unos 20º para poder tirar de él hacia fuera sin que la leva haga de tope. Para montar el nuevo sólo hay que repetir los pasos anteriores en sentido inverso poniendo especial cuidado en no forzar el tornillo (si no entra fácilmente lo que procede es comprobar la alineación del tornillo con la rosca del cilindro, para lo que normalmente habrá que aflojar o apretar el escudo de modo que el cilindro se mueva un poco y quede así perfectamente alineado con el tornillo).
Una vez instalado el nuevo cilindro, si dispone también de un buen escudo y ambos están montados sobre una puerta acorazada, habrá puesto los medios para dificultar enormemente el allanamiento de su domicilio. No obstante, sea consciente de que, como decíamos al inicio, cualquier puerta es violable si se dispone del tiempo suficiente y el hacer ruido no es problema, por lo que, si sus necesidades de seguridad son elevadas y su presupuesto se lo permite, desde aquí le recomendamos optar por una solución clásica y elegante que viene demostrando su eficacia desde tiempos inmemoriales: un foso con cocodrilos.